viernes, 12 de junio de 2020

Letargo

Les aviso de entrada que este post va a ser algo más reflexivo de lo normal. Han acontecido ciertos sucesos que me han hecho plantearme aún más interrogantes sobre nuestro paso por este mundo, y de si hay algún "por qué" lógico de ello. 

Desgraciadamente, hace unos días, me dieron una noticia que me dejó en shock y que a día de hoy, sin importar exactamente la fecha, me hace pensar en lo frágil que es la vida y en lo poco que la estoy viviendo por amargarme por cosas sin sentido. Hace unos días se nos fue un gran amigo, alguien con el que compartí grandes y buenos momentos en la época del instituto y que siempre que nos encontrábamos, aunque fuese de tanto en cuando, me brindaba un cálido abrazo y me dedicaba una sonrisa amable, sincera y anímica. Nos dejó dejando atrás un vacío que hacía años que no sentía y que me ha hecho recordar lo doloroso que es perder a un ser querido. Bien es cierto que no éramos íntimos amigos, pero sí que había una conexión y una gran amistad, y duele ver que ya no podré verle ni hablar con él. Y para colmo, no podemos despedirnos como es debido, dándole el homenaje que se merece, por culpa del maldito covid-19. La familia nos ha tenido en consideración y nos han comunicado que podremos despedirnos de él cuando todo esto se haya calmado y entremos en la fase 4. Así que Yesh, estés donde estés, te despediremos como te mereces, rodeado de amigos y de familiares. Descansa en paz, camarada. Que los dioses te tengan en su gloria en los grandes salones del Valhalla. Espérame allí. Ten por seguro que tarde o temprano nos volveremos a ver y volveremos a disfrutar de grandes momentos por toda la eternidad.

Yesh inmortal


Esto me ha traído de vuelta aquellos ataques de ansiedad que viví cuando mi padrino me dejó, hace un buen par de años. Me he pasado dos noches casi que en vela, dándole vueltas a mi vida. Hay miles de cosas que no he hecho y que no sé si llegaré a hacer porque, visto lo visto, en un instante, podría dejar este mundo tal cuál vine a él, solo y sin nada. Es un arma de doble filo, porque por un lado me anima a tratar de vivir la vida al máximo, dejando atrás todas esas preocupaciones absurdas del día a día, pero por otro lado me enseña lo frágil que es la realidad. Trato de enfocarme ahora en lo positivo, en lo que aún me queda por vivir, pero el dolor persiste y aquel tácito recuerdo vuelve a aflorar en mi. Vuelvo a sentir en la piel el recorrido de un temible escalofrío y puedo llegar a escuchar los susurros de la vida diciéndome que me apure, que viva, o acabaré siendo poco más que un pequeño retazo de historia en la vida de alguien. Estas cosas te hacen volver a plantearte mil y una cosas, sobretodo en nuestra forma de ser en muchos aspectos de la vida. Y lo peor de todo es cuando analizas fríamente todo lo que te rodea y te das cuenta de que, por mucho que te hayas esforzado, tu lucha parece caer en saco roto. Ves el tiempo perdido en ciertos aspectos de tu vida que podrías haber aprovechado en otras tantas cosas. Las ilusiones nos ciegan cuando vemos y queremos algo con deseo, pero al final, como casi siempre, sólo te llevas decepciones y vuelves a cargar con un intenso dolor que no es justo en la mayoría de las ocasiones. Ves como de un plumazo, la vida cambia sin avisar y, toda la tierra que creías que iba a dar sus frutos, se vuelve hostil y difícil de labrar. En esta vida, lo que tenemos que tener claro es que vamos a estar solos. No digo que no vayamos a estar con un ser amado o rodeado de miles de amistades, sino que en algún punto del camino perderemos el norte y sólo veremos oscuridad y abismo a nuestro alrededor. Esa oscuridad, ese dolor camuflado entre las adversidades de la vida es lo que realmente hemos de combatir. Eso sí, nunca esperar que nos ayuden. Nunca esperar nada de nadie, eso sólo conlleva a que al final, si llegan a fallarte, la decepción sea mucho mayor. Me duele llegar a pensar que todo esto no acabará nunca, que no menguarán el dolor de ver que la vida sólo trata de apalearnos una y otra vez. Pero ahí es donde radica la diferencia entre los fuertes y los débiles de carácter. En mi caso, después de tanto por lo que he pasado, me he vuelto más duro, más fuerte y algo más frío. Todo lo que me ha ido pasando desde principios de 2019 me ha ido marcando a fuego en la piel mi verdadero ser, lo que realmente soy y lo que pienso llegar a ser. Y sé que no es propio de mí, pero he empezado a desearle a aquellos que me han hecho algún mal que algún día la vida les devuelva el palo con el que me atizaron. Que el karma haga su trabajo y no tener yo que tomarme la justicia por mi mano. Espero que algún día, todo lo que he hecho por la gente sea valorado de verdad, y que no se quede en un mero "gracias" dicho para quedar bien en la foto. Me gustaría que algún día la vida me compensase por todo lo que he pasado, estoy pasando y por lo que pasaré seguramente en un futuro no muy lejano.  Que sea un "Qui pro quo", duro y justo. Yo me mantendré fuerte, altivo y con ímpetu de luchar hasta mi último aliento. Eso no cambiará nunca. 

Otro de mis pensamientos más profundos, de antes de que sucediese todo, es el de las oportunidades. Sí, el de las segundas oportunidades. Una de tantas noches que pasé en vela me pregunté el qué se sentirá al tener una segunda oportunidad. Sea en el ámbito que sea: en el amor, en el deporte, con amistades, en la salud. No sé, una segunda oportunidad para demostrar que aprendo de mis errores. Nunca se me ha brindado eso, nadie me ha dicho nunca que puedo volver a intentarlo, para demostrar lo equivocado que estaba y que no volveré a repetir los mismos errores. Por mi parte, y dependiendo de la situación, sí que daría segundas oportunidades. Hay gente a la que ni muerto le daría una segunda oportunidad, por el daño incurable que me hicieron en su momento. Aunque donde digo "hicieron" quiero decir "hizo", porque fue una sola persona, que destrozó mi vida personal y la de muchos de los que me rodeaban. A ese individuo NUNCA le podría dar una segunda oportunidad. Pero en líneas generales, a amistades, amores, a personas que la cagaron muy fuerte en su momento, a todos ellos estaría dispuesto a darles una segunda oportunidad, para enmendar errores, pedir perdón o volver a tratar de recobrar la confianza perdida en ellos. Yo sí daría una segunda oportunidad, pero estoy seguro de que nunca tendré el privilegio de vivir una. De que alguien llegue y me diga: "Éxort, vamos, inténtalo de nuevo. Pero esfuérzate un poco más". No sé, lo veo como algo utópico, lejano. Algo con lo que sólo puedo soñar y poder vislumbrar en mis pensamientos más profundos. Quién sabe si algún día podré saborearlo. Es algo que tengo pendiente en la vida. Y no digo de ir a pedirla, que ya lo he hecho, sino que se me brinde por cortesía. Sigo soñando, ¿no?.

Por otro lado, aparentemente parece que voy a empezar a trabajar de forma oficial (en cuanto resuelva algún que otro papeleo), así que por ese lado estoy contento. Poder tener la oportunidad de demostrar lo que valgo en el ámbito laboral que siempre he querido desempeñar, que es el diseño gráfico. Así que toca darlo todo para poder mantener el puesto y labrarme una vida cotizando. Tengo que decir con orgullo que he cotizado más como músico que como diseñador gráfico, oficialmente hablando. Pero me gustaría poder hacerlo de ambas cosas, sería el auténtico sueño hecho realidad.  Por otro lado, con la música sigo motivado. Con el grupo hemos hecho grandes avances en esta cuarentena. Hay muchos temas nuevos y otros tantos que están todavía en el horno terminando de prepararse. El día que volvamos a los escenarios, va a ser LEGEN - DARIO. Se acercan también novedades en nuestras redes con respecto al grupo en sí y, cómo no, dentro de muy poco podrán disfrutar de las grabaciones de algunos de estos temas. Tenemos pensado grabar un EP o un LP, pero para eso necesitamos algo de dinero, así que tiempo al tiempo. ¡Pero lo conseguiremos! Este año puede que no, pero el año que viene va a ser nuestro año. Por suerte, con Sadic Smile parece que voy a poder cumplir uno de esos sueños y metas de mi vida, que es la de crecer como músico y poder mostrarle al mundo de lo que soy capaz de transmitir con las melodías y letras que hacemos. Me siento orgulloso y bendecido con la familia que formamos los 5, y sobretodo agradecido por todos nuestros fans incondicionales que estamos empezando a ver. Da gusto ver como el fruto de tu trabajo se ve reflejado en las caras de los asistentes de los conciertos. Eso es muy motivante, y se los agradezco a todos de corazón.

Y voy a parar ya por esta vez. Hay cosas que ni por aquí logro reflejar, pensamientos demasiado profundos y personales que nadie sabrá. Secretos que sólo mi alma guardará. Así que me despido.


"Bajo el frío manto del invierno, la intensa luz de la luna llena acaricia mi alma perdida, brindándome un calor que nunca antes había sentido. Ya no camino solo, pues me acompaña la libertad y la esperanza de un nuevo amanecer, de un horizonte nuevo por descubrir"

-Éxort, The Old Black Wolf-